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martes, 28 de octubre de 2014

Recuerdo Tu Rostro.


 Y es en tu recuerdo ambiguo
donde mis palabras se encuentran,
desdeñosas e incoherentes
dando tributo a ese amor cautivo.

Ya tu rostro no tiene nombre
sus rasgos desvanecidos
a través del tiempo y distancia
acotados en un estrecho nudo;

de este corazón errante
que deambula en el mundo
persiguiendo el amor
que se diluye entre el mar.

Tu sonrisa fantasmal
persiguiendo a este trovador
que llena sus canciones
con tu nombre variante.

Pero tu sonrisa perenne
aun enajenando mi mente
atribulada de emociones
y místico encuentro nocturnal.

Siento tu aroma deslizarse
entre la brisa que acaricia
mi cuerpo desnudo en el bosque,
y tu mano suave me envuelve.

Apaciguando mis letras
en este recuerdo que engargola
cada uno de tus besos
en esta madrugada de luna.

José Flores.

sábado, 4 de octubre de 2014

Sueños.




Mis letras confabulan
sustrayendo mi intelecto
y eyaculando mi pensamiento
en el limbo del papiro.

Secuestro mis sueños
entre tus senos impacientes
entre esas piernas
que me atan a la realidad.

Caos de letras y sueños
de piel amotinada
entre los retablos
de la casona que gime.

Secretos resguardados
en el laberinto de la mente
y tu rostro terso
aflora triunfante al holocausto.

Esa mirada taciturna
que colapsa con mis besos,
que se entre abren
en cada caricia desbordada.

Y aquí estoy yo,
absorto en mis adentros
retomando tu imagen
sepultada en mi memoria.

Llenando mi soledad
con tus manos de nieve
y tu piel de tigresa en celo
que toma mi virilidad.

Me sumerjo en mi mente
en ese baúl dorado
donde tu recuerdo
se resguarda con recelo.

Allí te tomo en el secuestro
y me entrego a ti
en las noches de lluvia
aferrándome a tu cintura.  

Y mi noche me esclaviza
y mis letras se liberan
hablando de ti y de mí
como espectador de mi sueño.


José Flores.

miércoles, 1 de octubre de 2014

¡Mi Dueña!



Tú, hermosa musa dueña de mis versos,
de mi mundo de bohemia y desvelo,
Tú que eres mi luna azul en noches cálidas,
Tú mi faro de la noche en la tristeza.

Hermosa hija de afrodita, sirena mía,
dueña de mis desvelos en tu alcoba etérea,
donde derramo mis besos sobre tu cuerpo
y escribo sobre tu blanca piel.

Tú la dueña de mis caricias,
de esas ansias de posesión,
de esos momentos secretos,
en nuestro nicho de amor.

Dueña mía, dueña de mis poesías,
de la luz que me guía en la penumbra,
de la mano que me consuela,
Tú, mi dueña, ama de mis mundos.

Tú, quien contienes el tintero en tu intimidad,
la dueña de la pluma mágica, 
de las notas musicales en nuestras noches de entrega,
tu mi dueña, mi ama.

Soy solo tuyo,
no quepa duda amor mío,
estoy tatuado con tu nombre
en mi alma, en mi ser.


José Flores.