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miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿Cuánta sangre inocente debe derramarse?

11/8/14
Señor presidente de la República, Enrique Peña Nieto:

¿Cuánta sangre inocente debe derramarse?

Deseo escribir esto y dirigirlo hacia usted, esperando pueda caer en sus manos…
Mi propósito no es el de reclamar o exigir a una entidad gubernamental o en este caso a un Servidor Público; mi deseo es tratar de convocar en su interior, a pesar de todos los aspectos que desafortunadamente lo colocan en una posición incómoda de forma moral.

Nuestra Constitución es considerada entre las mejor elaboradas a través del mundo y en la época que fue concebida por nuestros libertadores. Hoy día es un arma de dos filos, donde la impunidad hace de ella un títere y me gustaría hacer esta breve sintaxis.

Antes México era un país considerado como modelo de todo Latinoamérica, de alguna manera u otra fuimos líderes y bueno seguimos siéndolo en su crueldad, impunidad y mal gobierno. Ya no es una fuerza política a quien darle la responsabilidad de los delitos cometidos; no solo en Ayotzinapa (lo más reciente), en Tlatelolco en el 68, en Coahuila con nuestras mujeres que desaparecen, en la Revolución con los tratados hacia los indígenas, en cualquier punto histórico que mencionemos, siempre hemos derramado sangre y sangre inocente.

¿Hasta cuándo en nuestra patria se debe de sangrar a sus propios hijos?
La ineptitud del gobierno ha volcado a distintas partes a tomar la “ley por sus propias manos”.

Es una vergüenza a nivel mundial, una epidemia lacerante e indígnate en la cual cada uno de nosotros como mexicanos tenemos responsabilidad, aun los que estamos fuera del país.
El cambio en un sistema se ejerce en el momento en el cual el propio sistema es corrompido y se torna obsoleto, cuando las fuerzas que ejercen el poder caen en un círculo vicioso; es en ese momento cuando el cambio se ejerce dentro de cada uno de nosotros no contribuyendo a alimentar la prole mal parida, que vive de la corrupción, el cambio se ejerce en el momento donde se reclaman los derechos que una constitución se manifiestan y dan orden a una sociedad, sin embargo nuestra Constitución ha sido violada impunemente por los propios servidores públicos y quienes ejercen las leyes de manera artera y con el propósito de salir impunes ante sus aberraciones.

Homicidios, desapariciones, robos, creación de leyes contra las leyes ya existentes, impunidad, desapego a los principios básicos de una sociedad, ¡El no tener madre! Y pretender que se piensa en el país y su población, mientras se gastan millones de pesos en cosas superfluas (mansiones, yates, orgias, etc.).
Ya tenemos tanto interés creado, que nos es imposible poder saber dónde iniciar un nuevo ciclo de purificación, nuestro sistema ya esta tan viciado que es impermeable a todo arreglo por ejemplo hoy día ya  se vende los patrimonios nacionales a empresas extranjeras como es el caso de la construcción de Disneyland en terrenos Chichen Itza o los predios aledaños a Teotihuacán donde se construyó Walmart y esto con el propósito  para llenar las bolsas de un puñado de malparidos, perdón de un grupo social determinado.

Hoy día nadie queda libre de pecado, todos de alguna manera hemos crecido con este cáncer, por lo cual ya nos puede parecer normal, dar la “mordida” o para “los chescos”, o como hoy día le denominen a esa acción de alimentar la corrupción a cualquier dependiente de gobierno, cualquier oficina que tenga por consigna otorgar algún permiso o simplemente tener que pagar “protección”, que ya es la modalidad de los grupos organizado del hampa y que acosan a los comerciantes decentes, en cualquier rubro. ¿Protección de quién o contra quién? Ya que se supone que contamos con elementos de seguridad pública, ¡Pero que ahora resulta que ellos forman parte de estas organizaciones y dejan la honorable institución por encontrar más lucrativo el arte de amedrentar a la población de esta manera.
La criminalidad ha encontrado su nicho, donde ya no se sabe quién es el bueno y cuál es el malo; ya que el hampa ahora esta vestido de cordero o simplemente hace gala de su impunidad y protección ejecutiva.

Es completamente denigrante el pensar en las condiciones en las que hemos convertido a nuestro país, se pueden dar estadísticas del buen resultado de la guerra contra el narcotráfico, que detienen a un alto personaje del cartel y luego escapan de manera inexplicable, resultados registrados de manera arbitraria, golpes a los carteles de las drogas, en fin dar una larga lista de sucesos que trasgredan la realidad en la que vivimos, donde los secuestros, robos, asedios, ya son cosa de todos los días, donde las desapariciones de personas metódicas deben de esperar 48 hrs. para poder levantar un acta, o una mujer tratando de levantar una demanda de agresión en el hogar y ser desechada por falta de pruebas ya que su agresor es influyente y dejando  a la mujer marcada de por vida.

¿Cuantas veces se han dado eventos en los cuales están involucrados altos funcionarios y siempre encuentran a un chivo expiatorio? En fin, esto es el resultado de un proceso muy largo (más de 70) y que hoy día tenemos el resultado.

Recuerdo hace muchos años, en una charla con un antiguo amigo, en donde estábamos discutiendo lo que haríamos en futuro y su respuesta fue sorprendente, él dijo: ¡Seré policía!, pero mi asombro no fue por el puesto que deseaba ejercer, sino la intensión por lo cual él deseaba serlo, él dijo claramente: ¡me hare rico! y así fue.

Esto también me hace recordar mi época de estudiante donde  algunas charlas con mis profesores de historia y civismo, sobre los papeles que desempeñan o deberían desempeñar cada funcionario de gobierno; que lejos estamos hoy día de todo ello…

Y vuelvo a insistir nuestra Constitución había sido considerada entre las mejor logradas a nivel mundial, así como nuestra educación.

Un ejemplo claro donde se muestra la falta de educación y de civismo es la Cámara de Diputados y Senadores, casa donde emergen las leyes para el pueblo.

Hoy son un hazme reír, donde las trifulcas entre los partidos opositores y el del poder son ya una burla a la sociedad pensante, ejecutivos que llenan una silla y que pasan más tiempo dormidos que ejerciendo su responsabilidades y obligaciones; pero bueno que es de sorprendernos, si en la historia siempre ha estado llena de traición. Hemos matado a nuestros héroes, los hemos ultimado.

El Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez dejo un gran legado, pero la ambición y el poder han enterrado en el abismo más oscuro todo ese trabajo de hombres pensantes y sin ambiciones más las de servir a su sociedad…


Hoy día el callar no nos hace más fuertes o sabios y tal parece que al exigir caemos en un mundo de palabras vacías, sin el apoyo de las partes que se involucren en ello.
Desde hace mucho tiempo el país dejo de pensar, de exigir, de reclamar transparencia, pero es algo más profundo, algo que esta enraizado en la idiosincrasia del pueblo.

Partiendo desde la educación, la pobre cultura que en el país existe y es un fenómeno creado precisamente por el gobierno dominante, con el propósito de tener un pueblo que se pueda manipular.

Nuestro México hoy día es el resultado de la negligencia, de la falta de interés, pero sobre todo de dejarnos y convertirnos en alcahuetes de la corruptela que ejerce el poder en el país. Todos de alguna manera contribuimos en ella, un pago por debajo de la mesa para no tener que formarse, no hacer frente a una multa o ya en estos tiempos, pago a la anarquía que tiene secuestrado nuestro país.

Señor presidente de la Republica Enrique Pena Nieto, esto es la razón por la cual me vi en la necesidad de salir de mi país, llegar a otro sitio para poder reiniciar y poder tener una vida digna en la cual no tenga que sobornar o ser víctima del poder de un dirigente gubernamental, esta son las razones por las cuales tuve que arriesgar todo y dejar todo para no seguir cayendo en esa barbarie llamada corrupción.

Hoy día con la velocidad que se maneja la información, no se puede ocultar nada, las noticias toman vida y la sociedad está despertando lento pero de manera clara, los hombres. mujeres y niños, los adultos pensantes y los estudiantes son hoy día nuestra esperanza para un México mejor, es sin duda la oportunidad que nos podemos dar para conseguir un México limpio, pero el trabajo no es solo del gobierno que desee hacer un cambio, es de cada una de las personas que formamos parte de nuestra nación tenemos el compromiso de ejercer y hacer valer nuestros derechos.

¡Ya basta de impunidad y de falta de escrúpulos!

Sin más por el momento, y para terminar esta misiva, deseo convocar a su ser interior y pedirle que su gobierno sea digno de ser recordado como uno de los mejores y no uno de los más corruptos que haya tenido México. ¡Al final usted es el que tiene el poder! ¿O no?

Atentamente.
José G. Flores


martes, 4 de noviembre de 2014

Tu Ausencia.




Mientras estas ausente
te escribiré las frases
más hermosas
que puedan inspirarte,

no solo diré que te amo
en el final del día,
diré que necesito tu respirar
en el atardecer de mi día

para poder llenar
de tu fragancia
mis noches de soledad
y ansiedades perdidas.

Podre decirte te amo,
sin que las cigarras
dejen su canto melancólico,
diré que eres mi luna
y yo seré el lobo estepario

que te espera cada noche
para dejar tatuados
mis labios en tu piel,
y tus sueños vivan.

Dejare mis rastro
para que al día siguiente
mires el camino
y  llenes tu sonrisa.

Y cuando me encuentres
no solo te diré, te amo,
si no te llevaré a donde
solo tú y yo podremos amarnos,

quiero escribirte
las frases más hermosas,
para que tu piel
se llene de mis letras,

 y mis besos se esparcirán en ti,
mis palabras saturarán tus oídos
en la alborada de este día de gloria
donde nos amaremos en el lecho

Escuchando a los ángeles
lleven sus cantos al cielo,
y cubriré tus sienes
con mis caricias de fauno

No solo deseo decirte te amo,
quiero tatuarlo en tu alma.
por eso amor mío,
no solo digo que te amo.

Te llevaré entre la brisa
a nuestro lugar secreto
retozando en la fina arena
y dejar nuestros cuerpos


A la deriva de los besos
y pasiones que nos recuerden
nuestra promesa de amarnos
hasta la eternidad.