Mi corazón grita lo que mis labios callan,
Te miro en la distancia donde las sombras,
Llegan en sus insospechadas maniobras,
Debajo de la luz de la luna parda.
Siento la brisa cálida recorrer mi cuerpo de invierno,
Dejando en mi piel su rastro de humedad,
Al ser tocado por tus manos suaves y cálidas,
Estremeciendo mis ansias de salvaje gitano.
Llego entre la luz de las estrellas que taciturnas,
Desprenden su brillante luz en tu rostro,
Que yace impasible en sus sueños de humedad,
Dejando a mi merced tu cuerpo vibrante.
Llego entre las cortinas que dejan un espacio
Para poder filtrar mis anhelos, estos deseos
Que sucumben en tus pechos de afrodita,
Dejando que descansen mis manos en tu piel.
Deslizare mis besos, entre las madrugadas frías,
Dejare que mi piel se mimetice con tus lunas
Salpicadas en tu piel de luna cálida,
Dejando a la deriva mis versos.
Arranco mis suspiros, de este pecho
Que sangra sus deseos perpetuos,
Dejando surcos en tu cuerpo deseoso,
De ser amotinado por mis manos ardientes.
Dejare tatuadas mis caricias,
Haciendo que tu alma recuerde mis besos,
Y tu cuerpo selle mis labios,
Con tu miel de flor taina.
José Flores.
12/20/11.
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