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sábado, 22 de marzo de 2014

El Escribano y Tu Piel.




He descubierto que tu mejor ropa 
es tu piel, esa suave tela que cubre
tu cuerpo cálido en noches nubladas
y recuerdo tu piel en mis manos.
Lleno con tu aroma a rosa silvestre
mi rostro lleno de tu aroma
y pierdo mis sentidos extasiándome
al besar tus piernas que sucumben.
Sigo el camino de tu columna
acariciando suavemente sus vertebras
tus caderas llenas de ansiedad de mis labios
y beso suavemente tus piernas.

Sigo el camino hacia tus pies
y muerdo cada uno de tus dedos
dejaré deslizar mis letras por tu piel
acanelada y tersa como pétalo de rosas.

Y deslizaré mis labios en ese bello cuello
enredando mis dedos en tu cabello
ensortijando en mis manos tus sueños,
deslizaré mi lengua a través de tu espalda
desnuda entregada a las caricias y pasión.

Y sentiré como tus piel se erecta
la humedad de mis labios encuentran
en tus nichos su sustento y se alimentan
acariciando tus piernas suaves y juguetonas.

Y me pierdo en la cúspide de tus pantorrillas
mis dedos se trastornan, sienten el calor
de ese tu cuerpo que yace postrado
y mis dedos escriben su poesía en tu contorno.

En tus senos ingrávidos, irrespetuosos,
sin dogmas, ni tabús
y mis labios, mis labios te besan
cada uno de tus lunares perdidos en tu cuerpo.

Ese cuerpo que se desvanece en mis manos,
desprenderé esas ligeras prendas
y permite a este pobre poeta
disfrutar de tu desnudez.

Llenaré de deseos y de añoranza
esos labios tiernos y esa lengua traviesa
y de tu fuente de vida que llenaré
saciaré esta sed que de mi ser se apodera.
Que sea tu piel desnuda
donde mis versos pierdan su cordura
donde mis dedos agonicen
en su camino a través de tu intimidad
Déjame beber de tu fuente de vida
deja llenar mis cantaros con tu dulce néctar
deja que mis manos moldeen tus laderas
y mis palabras llenen tus oídos
De esas frases jamás dichas,
permite a este atrevido escribano
adorar tu cuerpo postrado en tu cama
y dejar que mi imaginación acote,

en cada uno de tus rincones
estas ansias de escribir mis versos
de saciar esta sed y mi intelecto
en cada rincón de tu piel.

José Flores.
3/22/14.


viernes, 14 de marzo de 2014

Dama Silente.


Recuerdo esa mirada silente
remordiendo mis lamentos,

escribiéndote en el umbral
de este amanecer,
donde los sueños colapsan
en el idioma que solo conocen
nuestra desnudez en la playa.
En esas caricias que deshojan
cada pétalo de tu piel de invierno y
aún recuerdo tu cabello encendido,
libre y mundanamente revuelto;
acariciando mi torso erecto
por tus labios frenéticos.

Mis letras colapsan en tus ojos, 
durmientes niñas que juegan
en cada uno de los párrafos
de este libro de vida que se aferra
a tu palabra precisa y a tu sonrisa
que hace eco en el universo.

José Flores.

3/14/13. 

jueves, 6 de marzo de 2014

El Arte De Amar.




Mi vista perdida en el infinito
de tus ojos color de ámbar,
secuelas del tiempo abordando
entre los telones de sueños.

Aun guardo tu primera sonrisa
entre los recuerdos de mi mente,
y tu lánguida figura dispersarse
en el horizonte de la playa.

Recuerdo aun cuando accidentalmente
te tomé del talle en un tropiezo,
torpemente me disculpé y tu sonreíste
descubriendo mi intensión arrebatada.

Tú aroma a flor silvestre quedó
en ese fugaz encuentro,
desde ese momento mi mente
se enajenó de tu aroma y presencia.

Mis días se tornaban más ligeros
mis tempestades terminaban
en ese pequeño espacio tuyo
y en esa brevedad de tiempo.

Te tomaba entre mis brazos
abrazándote con esa pasión
que solo un poeta puede expresar
en cada una de sus letras.

Te besaba con desmedidamente
estrujando mi corazón contra tu pecho
abrazando mi pasión y lealtad
en cada uno de mis besos.

Soy ese profano que idolatra tu belleza,
aquel que por las mañanas mira tu rostro
adormecido entre la luz del sol abrazando
tu desnudez que siempre me cautiva.

Soy ese amante furtivo que por las noches
te toma presa de tus ensoñaciones,
Soy ese lobo estepario que canta a su luna
y escribe en el viento sus historias sin tiempo.

Soy ese cerezo floreciendo en las vísperas
de la primavera de tu vida y que deja sus hojas
pardas en la plenitud de mi otoño crespo,
anclando mis manos en tu cuerpo extasiado.

¿Pero que de los holocaustos de las caricias?
¿Que de las ambrosías perdidas en los nocturnales?
Solo los recuerdos incrustados en cuatro paredes
que aun suenan las melodías nocturnas.

Es el amor, esa es la promesa, esas son las caricias
que descomponen el cuerpo dormido y revivió
en cada uno de sus poros que segregan tu savia
que eyacula en cada baile de luna brava.

Soy ese maestro que te lleva de la mano
ese pintor que con sus pinceles su obra decanta
en bello lienzo de tu piel, soy el poeta que escribe
sus versos más románticos al pie de tu puerta.

Soy ese amante sin tiempo, ese loco romántico,
soy el susurro del viento que acaricia tu rostro,
soy tu ferviente siervo que abraza tu cuerpo
soy ese amante que devela su arte de amar.

José Flores.
3/5/14.