11/8/14
Señor
presidente de la República, Enrique Peña Nieto:
¿Cuánta sangre inocente debe derramarse?
Deseo escribir esto y dirigirlo hacia
usted, esperando pueda caer en sus manos…
Mi propósito no es el de reclamar o exigir a una entidad gubernamental o en este caso a un Servidor Público; mi deseo es tratar de convocar en su interior, a pesar de todos los aspectos que desafortunadamente lo colocan en una posición incómoda de forma moral.
Mi propósito no es el de reclamar o exigir a una entidad gubernamental o en este caso a un Servidor Público; mi deseo es tratar de convocar en su interior, a pesar de todos los aspectos que desafortunadamente lo colocan en una posición incómoda de forma moral.
Nuestra Constitución es considerada entre
las mejor elaboradas a través del mundo y en la época que fue concebida por
nuestros libertadores. Hoy día es un arma de dos filos, donde la impunidad hace
de ella un títere y me gustaría hacer esta breve sintaxis.
Antes México era un país considerado como
modelo de todo Latinoamérica, de alguna manera u otra fuimos líderes y bueno
seguimos siéndolo en su crueldad, impunidad y mal gobierno. Ya no es una fuerza
política a quien darle la responsabilidad de los delitos cometidos; no solo en
Ayotzinapa (lo más reciente), en Tlatelolco en el 68, en Coahuila con nuestras
mujeres que desaparecen, en la Revolución con los tratados hacia los indígenas,
en cualquier punto histórico que mencionemos, siempre hemos derramado sangre y
sangre inocente.
¿Hasta cuándo en nuestra patria se debe de
sangrar a sus propios hijos?
La ineptitud del gobierno ha volcado a
distintas partes a tomar la “ley por sus propias manos”.
Es una vergüenza a nivel mundial, una
epidemia lacerante e indígnate en la cual cada uno de nosotros como mexicanos
tenemos responsabilidad, aun los que estamos fuera del país.
El cambio en un sistema se ejerce en el
momento en el cual el propio sistema es corrompido y se torna obsoleto, cuando
las fuerzas que ejercen el poder caen en un círculo vicioso; es en ese momento
cuando el cambio se ejerce dentro de cada uno de nosotros no contribuyendo a
alimentar la prole mal parida, que vive de la corrupción, el cambio se ejerce
en el momento donde se reclaman los derechos que una constitución se
manifiestan y dan orden a una sociedad, sin embargo nuestra Constitución ha
sido violada impunemente por los propios servidores públicos y quienes ejercen
las leyes de manera artera y con el propósito de salir impunes ante sus
aberraciones.
Homicidios, desapariciones, robos, creación
de leyes contra las leyes ya existentes, impunidad, desapego a los principios
básicos de una sociedad, ¡El no tener madre! Y pretender que se piensa en el
país y su población, mientras se gastan millones de pesos en cosas superfluas
(mansiones, yates, orgias, etc.).
Ya tenemos tanto interés creado, que nos es imposible poder saber dónde iniciar un nuevo ciclo de purificación, nuestro sistema ya esta tan viciado que es impermeable a todo arreglo por ejemplo hoy día ya se vende los patrimonios nacionales a empresas extranjeras como es el caso de la construcción de Disneyland en terrenos Chichen Itza o los predios aledaños a Teotihuacán donde se construyó Walmart y esto con el propósito para llenar las bolsas de un puñado de malparidos, perdón de un grupo social determinado.
Ya tenemos tanto interés creado, que nos es imposible poder saber dónde iniciar un nuevo ciclo de purificación, nuestro sistema ya esta tan viciado que es impermeable a todo arreglo por ejemplo hoy día ya se vende los patrimonios nacionales a empresas extranjeras como es el caso de la construcción de Disneyland en terrenos Chichen Itza o los predios aledaños a Teotihuacán donde se construyó Walmart y esto con el propósito para llenar las bolsas de un puñado de malparidos, perdón de un grupo social determinado.
Hoy día nadie queda libre de pecado, todos
de alguna manera hemos crecido con este cáncer, por lo cual ya nos puede
parecer normal, dar la “mordida” o para “los chescos”, o como hoy día le
denominen a esa acción de alimentar la corrupción a cualquier dependiente de
gobierno, cualquier oficina que tenga por consigna otorgar algún permiso o
simplemente tener que pagar “protección”, que ya es la modalidad de los grupos
organizado del hampa y que acosan a los comerciantes decentes, en cualquier
rubro. ¿Protección de quién o contra quién? Ya que se supone que contamos con
elementos de seguridad pública, ¡Pero que ahora resulta que ellos forman parte
de estas organizaciones y dejan la honorable institución por encontrar más
lucrativo el arte de amedrentar a la población de esta manera.
La criminalidad ha encontrado su nicho,
donde ya no se sabe quién es el bueno y cuál es el malo; ya que el hampa ahora
esta vestido de cordero o simplemente hace gala de su impunidad y protección
ejecutiva.
Es completamente denigrante el pensar en
las condiciones en las que hemos convertido a nuestro país, se pueden dar
estadísticas del buen resultado de la guerra contra el narcotráfico, que
detienen a un alto personaje del cartel y luego escapan de manera inexplicable,
resultados registrados de manera arbitraria, golpes a los carteles de las
drogas, en fin dar una larga lista de sucesos que trasgredan la realidad en la
que vivimos, donde los secuestros, robos, asedios, ya son cosa de todos los
días, donde las desapariciones de personas metódicas deben de esperar 48 hrs.
para poder levantar un acta, o una mujer tratando de levantar una demanda de
agresión en el hogar y ser desechada por falta de pruebas ya que su agresor es
influyente y dejando a la mujer marcada
de por vida.
¿Cuantas veces se han dado eventos en los
cuales están involucrados altos funcionarios y siempre encuentran a un chivo
expiatorio? En fin, esto es el resultado de un proceso muy largo (más de 70) y
que hoy día tenemos el resultado.
Recuerdo hace muchos años, en una charla
con un antiguo amigo, en donde estábamos discutiendo lo que haríamos en futuro
y su respuesta fue sorprendente, él dijo: ¡Seré policía!, pero mi asombro no
fue por el puesto que deseaba ejercer, sino la intensión por lo cual él deseaba
serlo, él dijo claramente: ¡me hare rico! y así fue.
Esto también me hace recordar mi época de
estudiante donde algunas charlas con mis
profesores de historia y civismo, sobre los papeles que desempeñan o deberían
desempeñar cada funcionario de gobierno; que lejos estamos hoy día de todo
ello…
Y vuelvo a insistir nuestra Constitución
había sido considerada entre las mejor logradas a nivel mundial, así como
nuestra educación.
Un ejemplo claro donde se muestra la falta
de educación y de civismo es la Cámara de Diputados y Senadores, casa donde
emergen las leyes para el pueblo.
Hoy son un hazme reír, donde las trifulcas
entre los partidos opositores y el del poder son ya una burla a la sociedad
pensante, ejecutivos que llenan una silla y que pasan más tiempo dormidos que
ejerciendo su responsabilidades y obligaciones; pero bueno que es de
sorprendernos, si en la historia siempre ha estado llena de traición. Hemos
matado a nuestros héroes, los hemos ultimado.
El Benemérito de las Américas, Don Benito
Juárez dejo un gran legado, pero la ambición y el poder han enterrado en el
abismo más oscuro todo ese trabajo de hombres pensantes y sin ambiciones más
las de servir a su sociedad…
Hoy día el callar no nos hace más fuertes o
sabios y tal parece que al exigir caemos en un mundo de palabras vacías, sin el
apoyo de las partes que se involucren en ello.
Desde hace mucho tiempo el país dejo de
pensar, de exigir, de reclamar transparencia, pero es algo más profundo, algo
que esta enraizado en la idiosincrasia del pueblo.
Partiendo desde la educación, la pobre
cultura que en el país existe y es un fenómeno creado precisamente por el
gobierno dominante, con el propósito de tener un pueblo que se pueda manipular.
Nuestro México hoy día es el resultado de
la negligencia, de la falta de interés, pero sobre todo de dejarnos y
convertirnos en alcahuetes de la corruptela que ejerce el poder en el país.
Todos de alguna manera contribuimos en ella, un pago por debajo de la mesa para
no tener que formarse, no hacer frente a una multa o ya en estos tiempos, pago
a la anarquía que tiene secuestrado nuestro país.
Señor presidente de la Republica Enrique
Pena Nieto, esto es la razón por la cual me vi en la necesidad de salir de mi
país, llegar a otro sitio para poder reiniciar y poder tener una vida digna en
la cual no tenga que sobornar o ser víctima del poder de un dirigente
gubernamental, esta son las razones por las cuales tuve que arriesgar todo y
dejar todo para no seguir cayendo en esa barbarie llamada corrupción.
Hoy día con la velocidad que se maneja la
información, no se puede ocultar nada, las noticias toman vida y la sociedad
está despertando lento pero de manera clara, los hombres. mujeres y niños, los
adultos pensantes y los estudiantes son hoy día nuestra esperanza para un
México mejor, es sin duda la oportunidad que nos podemos dar para conseguir un
México limpio, pero el trabajo no es solo del gobierno que desee hacer un
cambio, es de cada una de las personas que formamos parte de nuestra nación
tenemos el compromiso de ejercer y hacer valer nuestros derechos.
¡Ya basta de impunidad y de falta de
escrúpulos!
Sin más por el momento, y para terminar
esta misiva, deseo convocar a su ser interior y pedirle que su gobierno sea
digno de ser recordado como uno de los mejores y no uno de los más corruptos
que haya tenido México. ¡Al final usted es el que tiene el poder! ¿O no?
Atentamente.
José G. Flores
José G. Flores