de mi mundo de
bohemia y desvelo,
Tú que eres mi
luna azul en noches cálidas,
Tú mi faro de la
noche en la tristeza.
Hermosa hija de
afrodita, sirena mía,
dueña de mis
desvelos en tu alcoba etérea,
donde derramo
mis besos sobre tu cuerpo
y escribo sobre
tu blanca piel.
Tú la dueña de
mis caricias,
de esas ansias
de posesión,
de esos momentos
secretos,
en nuestro nicho
de amor.
Dueña mía, dueña
de mis poesías,
de la luz que me
guía en la penumbra,
de la mano que
me consuela,
Tú, mi dueña,
ama de mis mundos.
Tú, quien
contienes el tintero en tu intimidad,
la dueña de la
pluma mágica,
de las notas
musicales en nuestras noches de entrega,
tu mi dueña, mi
ama.
Soy solo tuyo,
no quepa duda
amor mío,
estoy tatuado
con tu nombre
en mi alma, en
mi ser.
José Flores.
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