Pensé que la vida es una simpleza,
dejándome llevar como las aves
por el viento cálido,
donde tus suspiros se hacen recuerdos.
Mis labios reclaman tu nombre,
que se desvanece entre la arena,
donde está escrito
en la blanca playa.
Me encuentro desolado,
siguiendo las sobras de las dichas,
que quedan en el rezago
de la brisa del verano.
Estoy aquí, en el holocausto de los daños,
donde las secuelas se hacen trisas,
en el despeñadero de la infamia,
allí donde las sombras se difuminan.
Mis carnes desolladas
por la falta de caricias,
en el paramo de mis recuerdos
donde tu rostro se pierde.
Recuerdos difumados
en el tiempo y la distancia,
en las profundidades
del mar donde se ahogan.
¿Dónde estás?
¿Dónde quedaron las promesas?
¿Dónde me encuentro, en tu mente?
que claudica con el viento…
Al arrasar mi nombre y mis recuerdos,
escritos en esa playa blanca,
donde mi amor y mis versos
se llenan de tu suspiro….
José Flores.
9/7/11.
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