Retomo la imagen de tu
rostro
de las profundidades de
mi memoria,
extrayendo la suavidad de tus besos
impregnando con tu miel
mi día.
Mis esperanzas se petrifican,
al encontrar mi soledad
en penumbra,
mis mejillas se
humedecen
con las lágrimas que
por ti florecen.
Extrañando tus
caricias
que sobre mi cuerpo
derramas,
mi corazón se colapsa
en lecho helado
vaporizando tu sudor en
las sabanas.
Aun tibias por nuestro
amor
desbordando las
fronteras,
de los cuerpos
extasiados
por el deseo de
poseernos.
La noche transcurre sin
apuros
explorando cada rincón
de la piel,
estimulando los
sentidos
vaciando nuestro placer
en beso unido.
Te miro a los ojos
buscando verdad,
nuestro lenguaje
implícito,
sin mencionar un solo
sonido
pero si la música del
éxtasis.
Ofreciendo a nuestros
oídos
el concierto de dos
desnudeces,
exclamando la pasión y deseos
movimientos al ritmo
del amor.
Mis manos cruzan frenéticamente,
el terreno explorando
tus senos,
bajando suavemente
rodeando tus sueños,
te tomo de las caderas
temblorosas.
Abriendo la puerta de
las pasiones,
tus labios se humedecen
incitando, impregnando
mi virilidad extasiada
comenzando a explorar
tu interior, sintiendo
tu calor lleno de pasión.
José Flores.
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