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jueves, 3 de enero de 2013

El Tiempo.


Hoy empieza el principio de una era
donde dejo mi pasado lluvioso y de sombras,
donde el alba deja asomar en el horizonte
la luz del sol que brilla en mis mejillas.

Miro tus bellos ojos de miel,
llenos de tus lágrimas que corren
de la dicha de ver nuestras huellas,
contando los deseos de fin de año.

Tu mano toma la mía tiernamente,
deslizando tu calor mientras caminamos
hacia el horizonte de un nuevo amanecer,
donde nuestra vida se llena al abrazarnos.

He dejado mis sombras, he desprendido
mi corteza árida llena de crestas,
he dejado mi soberbia en el pasado
y me abrazo a tu fe, a tu amor, a tu recuerdo.

Me lleno de tus suspiros como aliento de vida,
lleno mis amaneceres con la luz de tus labios,
despierto con tu rostro en mi pecho
susurrándote al oído lo mucho que te amo.

Mi nueva era ha comenzado, mis días
de lluvia se han marchado, mi bruma disipado
y me aferro a tus caderas, a tu cuerpo
cubriéndome de tus placeres de hembra.

He dejado mi pasado tortuoso en tus brazos,
dejándome en la deriva de tus ensoñaciones,
desprendiéndome de mis temores de soledad
en las caricias que mis manos profesan a tu bondad.

Hermosa amada mía, deja que mis noches
se llenen con tu luz de luna meridional,
deja que mis manos decanten sus agonías
en la suavidad de tu piel que robará mi vida.

José Flores.

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