La vida me ha entregado tu corazón,
en la deriva de mi vida,
mi barcaza se encontraba abatida
llena de recuerdos infames.
Dios es testigo…,
entregándome de sus bondades,
entregándome el amor
de esta bella mujer.
Ah, Dios es testigo,
de los días en zozobra,
donde mi paso perdía su rumbo,
en las sombras de recuerdos.
Y apareciste tu..
con esa mirada secreta
con la sonrisa coqueteando el destino
y tu belleza de sirena del Caribe.
Dios es testigo!
de este amor que crece
alimentándose de nuestra dicha
de saberse amado uno a otro
Dios, te doy gracias por tus bendiciones
en este trance hermoso que tejes
con tu bendición eterna incuestionable
Señor te doy gracias, por el destino.
Permíteme amada mía tomarte la mano
llevarte a mi mundo de versos
llenarte de mi poesía el alma
y de besos tu cuerpo.
Dios es testigo!.
José Flores.
5/1/11.
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