Miro pasar los días y las noches,
miro mi cama vacía en la oscuridad,
la luz de la luna se esconde
en la inmensidad del cielo.
Mis manos exigen tu piel
y mis labios gritan tu nombre,
en el ensordecedor silencio
donde tu voz sigue vibrando.
mis recuerdos extraen tu rostro
y tu sombra se desliza fugaz,
entre las persianas de mi ventana
entreabierta dando paso a la brisa.
tus aromas de sirena
llegan de la lejanía,
donde tus sueños
se anclan en mi mundo.
lleno mi soledad
con tus memorias,
se que habito en tu ser
y tu amor me reclama.
mi vida sin ti
es una sangría interminable,
derramada en la papiro,
acariciándolo con mis palabras
estoy solo, con tus emociones y tu recuerdo,
llegas en mis retoricas de noches vivas,
dándome el aliento de vivir,
de sentirme amado en este vacio;
donde mi corazón se mimetiza
y cubre la humedad de tu piel,
mi vida sin ti, es terriblemente
enajenada de tu presencia.
sirena mía, tu canto me a embrujado
y mi brazos te buscan en la noche,
de abetos cantantes dando serenata
a tus deseos de poseer mis versos.
Los sauces lloran
en el espacio que has dejado,
en estas noches de bruma
y lejos de tus encantos.
Amor, que en la distancia
estas perpetua en mi mente,
donde mis letras llegan
como mariposas en celo.
Dándote mi mensaje
y esperando la respuesta,
entre los telones
de mis sueños.
Solo recuerda amada mía,
siempre estas en mi
y yo en tus silencios,
de noches enamoradas.
José Flores.
Te amo Aida.
6/26/11.
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