mi mente te transporta al mar
contando el arena dorada
como los poros de tu espalda
Sedienta, expectante, abierta
el roce de mis burdas manos
dejando huella en tu humedad
beso la pasión en tu piel
Como lienzo esperando la pincelada
matizando la blancura
con el calor de mis colores
que desuellan las emociones
En ocasiones me pregunto,
si mi enfermo corazón
encontrara cura con un beso
de tus labios de afrodita
O tal vez sean los años
que han llenado de nieve,
las sienes de mi mente
debilitada por tu imagen perenne
Anclando esta roída barcaza
a la orilla del mar
que tornea con su embate
la belleza de tus caderas
La longevidad de mis años
encuentran emociones dormidas
al escalar las cumbres
de tu juventud ansiosa.
José Flores.
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