Cierro mis ojos
para poder sentir tus labios,
Cierro mis ojos
para poder entrar en ti,
En el sueno que
nos une en la madrugada,
En el espacio que
solo a ti y a mi nos pertenece.
Cierro mis ojos y
dejo que tu voz se deslice,
Como susurro de
viento a través de mi oídos
Y tu voz como melodía
celestial,
Tranquilice mis tempestades.
Escucho tu voz, en
la penumbra de mi vida,
En le estrecho rincón
donde cobijo mi esperanzas,
Donde espero tu
caricia entre los sueños,
De un poeta que embelese
su noche.
Este poeta que
grita tu nombre,
En el silencio de
la noche que desfallece,
Con el calor de tu
pecho en flor,
Dándome su
sustento de amor.
Escucho tu voz,
Mis sensaciones de
jubilo,
Cubren mis sienes,
Como guirnaldas
triunfantes.
Escucho tu voz que
llena los rincones
De este lecho pétreo,
Dejando espacio a
tus besos,
Que llegan a
descansar en mi rostro.
Escucho tu voz deambulo
en mi oscuridad,
Escucho tus pasos
descalzos, dejando su huella,
Repito tu aroma a
flor de invierno,
Que deja su roció
entre mis dedos.
José Flores.
1/11/12.
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